La Comisión Europea planea modificar el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) para facilitar el desarrollo de la IA, una medida que desata fuertes tensiones políticas y reabre el debate sobre los límites entre innovación y derechos fundamentales.
Bruselas, 10 de noviembre de 2025. — En un giro inesperado, la Comisión Europea prepara un ambicioso paquete de reformas digitales que incluye cambios sustanciales en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la norma emblemática que ha definido los estándares globales de privacidad desde 2018. Los borradores, filtrados por POLITICO, revelan que Bruselas estaría dispuesta a flexibilizar algunas de las protecciones más estrictas del RGPD con el objetivo de estimular la competitividad de Europa en inteligencia artificial.
El paquete —que será presentado oficialmente el 19 de noviembre— busca reducir la burocracia y acelerar la innovación tecnológica. Sin embargo, entre las propuestas destacan modificaciones profundas que permitirían a las empresas de IA procesar categorías especiales de datos personales, como información sobre creencias religiosas, orientación política o datos de salud, siempre que sea con fines de entrenamiento y operación de modelos de IA.
Un cambio de paradigma en la protección de datos
La Comisión también pretende redefinir el concepto de “datos personales” y reconsiderar el estatus de los datos seudonimizados, que podrían dejar de estar sujetos a las mismas protecciones. Además, el plan contempla reformas a la normativa sobre cookies, ofreciendo más fundamentos legales para el seguimiento de usuarios sin necesidad de su consentimiento explícito.
Estas modificaciones, que Bruselas presenta como ajustes “técnicos y específicos”, son vistas por muchos expertos como una reconfiguración estructural del marco de privacidad europeo. El ex eurodiputado alemán Jan Philipp Albrecht, uno de los arquitectos del RGPD, advirtió que los cambios “socavan drásticamente los estándares europeos de protección de datos”.
Tensiones políticas y presión del sector tecnológico
El debate llega en un momento de creciente preocupación por la pérdida de liderazgo tecnológico y económico de Europa frente a Estados Unidos y China. Figuras como Mario Draghi han señalado al RGPD como un obstáculo para el desarrollo de la IA en el continente. En paralelo, los gigantes tecnológicos —Meta, X, LinkedIn y Google— han enfrentado retrasos o bloqueos en sus proyectos de IA por la intervención de reguladores europeos, lo que ha aumentado la presión para flexibilizar las normas.
No obstante, los defensores de la privacidad advierten sobre los riesgos. Max Schrems, activista y fundador del grupo Noyb, calificó el proceso como un “disparo rápido y mal concebido” que ignora los principios básicos de la buena legislación. Schrems denunció que la Comisión intenta “imponerse en Bruselas sin una evaluación de impacto adecuada”.
Un frente político dividido
El paquete de reformas ya divide a los Estados miembros. Según documentos filtrados, Estonia, Francia, Austria y Eslovenia se oponen firmemente a cualquier modificación del RGPD, mientras que Alemania apoya cambios sustanciales en favor de la innovación tecnológica.
En el Parlamento Europeo, las posiciones también se polarizan: la eurodiputada verde Markéta Gregorová advirtió que los derechos fundamentales “deben tener más peso que los intereses financieros”, mientras que la centroderechista Aura Salla —exdirectora de lobby de Meta en Bruselas— considera que la reforma podría “brindar seguridad jurídica a las empresas europeas” y ayudar a competir con los gigantes tecnológicos estadounidenses.
El dilema europeo: innovación versus derechos
La decisión de Bruselas de abrir la “caja negra” del RGPD representa un punto de inflexión en la política digital europea. Si bien la reforma podría desbloquear nuevas oportunidades para la IA generativa y la innovación local, también plantea un dilema ético y político de gran calado:
¿Debe Europa renunciar a parte de su rigidez en materia de privacidad para no quedarse atrás en la carrera global de la inteligencia artificial?
La Comisión Europea insistirá en que los principios fundamentales del RGPD se mantendrán intactos, pero las próximas semanas prometen ser turbulentas. Lo que está en juego no es solo la regulación de datos, sino el modelo de sociedad digital que Europa quiere construir: uno que equilibre la innovación con la protección de los derechos ciudadanos en la era de la IA.
Fuente: Político

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