OpenAI ha lanzado GPT-5, no como una actualización centrada en suscriptores de pago, sino como un movimiento estratégico para transformar a su enorme base de más de 700 millones de usuarios gratuitos en una fuente de ingresos. La clave de este plan es el nuevo “Router”: un sistema que dirige cada consulta al modelo más adecuado según su complejidad e intención, optimizando costes y rendimiento.
Este enrutador no solo mejora la experiencia para usuarios no pagos —muchos accediendo por primera vez a modelos con razonamiento avanzado—, sino que también permite identificar consultas con alto valor comercial. Esto abre la puerta a un modelo de monetización basado en comisiones por transacciones y compras gestionadas directamente por la IA, en lugar de publicidad intrusiva.
La estrategia apunta a convertir ChatGPT en una “superapp” capaz de planificar, recomendar y ejecutar compras o reservas, asociándose con empresas como Stripe, Shopify, Instacart o Booking.com. Con la incorporación de Fidji Simo, experta en monetización digital, OpenAI acelera hacia un modelo en el que la IA actúe como asistente y agente comercial, desafiando el dominio de Google, Meta y Amazon en el negocio publicitario.
Fuente: Semianalysis