La creciente popularidad de ChatGPT entre empleados de empresas está desatando una batalla silenciosa entre OpenAI y Microsoft, a pesar de que esta última es su mayor inversora y socia estratégica. El epicentro de la tensión: el uso corporativo de asistentes de inteligencia artificial, donde muchos trabajadores prefieren usar ChatGPT en lugar de Copilot, el producto estrella de Microsoft.
Una alianza cada vez más incómoda
El caso más emblemático es el de Amgen Inc., gigante farmacéutico que inicialmente anunció la implementación de Copilot para 20.000 empleados. Sin embargo, poco más de un año después, gran parte de su equipo recurre ahora a ChatGPT para tareas como investigación y síntesis de documentos científicos.
“OpenAI ha hecho un trabajo excelente para que su producto sea intuitivo y agradable”, dijo Sean Bruich, vicepresidente sénior de Amgen.
Si bien Copilot continúa siendo útil en tareas integradas con Outlook o Teams, la preferencia de los empleados ha inclinado la balanza hacia ChatGPT, generando tensiones en la relación Microsoft–OpenAI, una asociación que ha estado marcada por inversiones millonarias, competencia interna y caminos tecnológicos divergentes.
La batalla por el escritorio corporativo
Según fuentes internas de Microsoft, la empresa enfrenta desafíos para diferenciar Copilot del más conocido ChatGPT. Ambos se basan en modelos de lenguaje de OpenAI, lo que complica la tarea de los vendedores de Microsoft al intentar justificar el valor agregado de su producto, especialmente cuando ChatGPT ya ha sido probado en el ámbito doméstico por muchos usuarios.
Mientras Microsoft promociona que Copilot es utilizado por el 70% de las empresas del Fortune 500, OpenAI reporta un rápido crecimiento, con 3 millones de usuarios empresariales pagos, un aumento del 50% en pocos meses.
¿Quién gana en la oficina? Depende de a quién se le pregunte
Empresas como New York Life Insurance Co. han decidido implementar ambos asistentes para sus 12.000 empleados y evaluar su desempeño real. “Queremos ver cuál ofrece mayor adopción y mejores resultados en el entorno laboral”, explicó Don Vu, jefe de datos de la compañía.
Por otro lado, compañías como Finastra Group Holdings han apostado por Copilot, destacando su integración con la suite de Microsoft y su menor costo (USD 30 mensuales por usuario, frente a los USD 60 que puede llegar a costar ChatGPT Enterprise).
“Si bien ChatGPT es popular, muchos empleados aún no conocen lo bien que Copilot se integra con Excel o PowerPoint”, sostuvo Adam Lieberman, jefe de IA de Finastra.
La guerra de precios y promesas
OpenAI ha comenzado a ofrecer precios variables por uso y descuentos por paquetes de productos, lo que podría erosionar la ventaja económica de Copilot. Esto se suma a las críticas internas en Microsoft sobre la lentitud en incorporar las actualizaciones de OpenAI en sus productos, debido a exigentes controles de calidad y seguridad.
Aun así, Microsoft ha obtenido grandes victorias comerciales. Durante un evento reciente, se informó que empresas como Accenture, Barclays y Volkswagen cuentan con más de 100.000 usuarios de Copilot cada una. Satya Nadella, CEO de Microsoft, elogió el avance, pero también advirtió que el éxito dependerá de alcanzar cientos de millones de usuarios a nivel global.
Un futuro compartido pero competitivo
Lo paradójico de esta historia es que Microsoft y OpenAI siguen siendo socios estratégicos… y rivales. Mientras uno apuesta por su ecosistema corporativo consolidado, el otro seduce con innovación directa, agilidad y experiencia de usuario.
Como lo resume Jason Wong, analista de Gartner:
“Este no es un mercado de ganador único. Por ahora, es un duelo entre Copilot y ChatGPT”.
Fuente: Bloomberg